Como siempre, no estuve cumpliendo con la consigna de este blog, y en lugar de asentar día a día mis actividades, estuve creando nuevos blog temáticos, acordes a las exigencias que plantea la investigación.
De hecho, que nos quede bien claro: somos apenas racionales. Por algún motivo que hasta ahora me es desconocido, lo que hacemos no es respuesta a nuestra propia inquietud, sino a mandatos de nuestro cerebro, al que básicamente no controlamos.
Es interesante considerarlo de este modo, y además analizar los procedimientos de otros bajo esa luz.
Esta parte del cerebro que escapa a nuestro control fue estudiado en profundidad por el neurocientífico David M. Eagleman.
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